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Nutrición, estilo de vida y cáncer de mama

La última década se ha caracterizado por el énfasis que la comunidad médica ha puesto en el estilo de vida y los factores de riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de mama (CM). Aunque no se puede hablar específicamente de alimentos o medidas que prevengan la aparición de este padecimiento, sí se ha podido comprobar que ciertos alimentos o sustancias presentes en estos, de la mano con algunos hábitos (actividad física o el consumo moderado de alcohol), pueden ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar CM.
De acuerdo con un grupo de investigadores de las Universidades de Nápoles y Roma, encabezados por Paola De Cicco, el CM es el segundo tipo de cáncer más común y el más frecuente en mujeres. La evidencia indica que factores como el estilo de vida (alimentación, peso, actividad física) pueden estar asociados con un aumento en el riesgo de padecer la enfermedad. Con base en un artículo publicado por estos investigadores en 2019, la adopción de un estilo de alimentación saludable basado en un consumo alto de verduras y frutas, cereales integrales, pollo y pescado, y un consumo bajo de carne roja, alimentos refinados, dulces y lácteos bajos en grasa, puede mejorar el pronóstico y expectativa de vida de las mujeres diagnosticadas en forma temprana. Esto aplica también a la actividad física y las posibilidades de supervivencia después del diagnóstico (De Cicco, 2018). Según una publicación del 2020, en la que se revisó la evidencia del beneficio de ciertos alimentos y estilo de vida, y el riesgo de desarrollar CM, se encontró lo siguiente:

    a) Alimentos como vegetales de hojas verdes, ciertos hongos y champiñones, y frutas, contienen antioxidantes y sustancias que estimulan el sistema inmune, disminuyen la inflamación y al parecer tienen un potencial anti-carcinogénico.
    b) Alimentos como azúcares refinados, grasas saturadas y alcohol, están relacionados directamente con un mayor riesgo de desarrollar CM, al igual que lácteos altos en grasa, grasas saturadas y carbohidratos refinados.
    c) El consumo de carne roja, principalmente si ha sido sometida a ciertos procesos de cocción o se ha procesado industrialmente, también puede incrementar el riesgo de CM.
    d) No hay una evidencia concluyente aún respecto a si el consumo de huevo incrementa o no el riesgo de padecer CM.
    e) Ingerir lácteos bajos en grasa puede estar asociado con un menor riesgo de CM.
    f) Los cítricos son ricos en folato, vitamina C y otras sustancias como folatos y quercetina, y también pueden reducir el riesgo de CM.
    g) Nutrientes: el consumo de carotenoides, vitaminas del complejo B, ácidos grasos insaturados Omega-3 interviene en ciertos mecanismos de reparación del DNA, actúan como antioxidantes o previenen procesos inflamatorios, por lo que se recomienda su consumo ( (Buja, 2020).

En conclusión:


Con base en la información proporcionada por ambos grupos de investigadores, un estilo de vida saludable encaminado a disminuir el riesgo de CM, comprende:
un peso saludable actividad física (como caminata u otro tipo de ejercicio cardiovascular, y rutinas de fuerza y resistencia), consumo de alcohol bajo, una alimentación basada en plantas (verduras como acelgas, espinaca, pimientos, poro, zanahorias, champiñones, setas, berros, lechuga, brócoli, tomate; frutas como naranja, toronja, guayaba, fresa, papaya, blueberries, etc.), y que puede incluir también lácteos bajos en grasa (como el yogurt, kéfir, queso panela, requesón), pollo, pescado (como la tilapia, el atún, el blanco de Nilo), cereales integrales (avena, pan integral, o pseudocereales como la quinoa), ácidos grasos insaturados Omega-3 (como los presentes en el salmón o los suplementos alimenticios a base de aceite de pescado o de krill) y un consumo mínimo de grasas saturadas, carne roja, azúcares refinados, y alcohol.

 

    Referencias:
    Buja, A. e. (2020). Breast cancer primary prevention and diet: an umbrella review. Int J Environ Res Public Health, 17(13), 4731.
    De Cicco, P. e. (2018). Nutrition and breast cancer: a literature review in prevention, treatment and recurrence. Nutrients, 11(7), 1514.

    Esta información es con fines de divulgación y no sustituye la evaluación y recomendaciones del médico y/o nutriólogo.